sábado, octubre 25, 2008

Point, my point.

No te atiendo más, ya está. No tengo que caer más.
Porque estás bárbaro, adoro tus abrazos, pero bassssssssssta.
Dos besos raros, así, de repente, algo fugaz. Ausencias eternas. Eternas.
Me voy, te vas, hasta abril. No sirve, no voy a repetir historias. No voy a enamorarme, no pude.

Y ahora?

La cuestión es que pasó, sí. Pasó.
Vino, cenamos, miramos una película (o hicimos que miramos) y me besó.
Fue lindo, me gustó... Perooo, no sé, no disfruto estando con él.
No me gusta no disfrutar, y menos aún si soy conciente de eso.
Y lo raro que me pasa, es que por momentos me parece inexpresivo, torpe y hasta medio puto.
Sí, dije puto. Y ojo, no afeminado, puto!.
No estoy siendo cruel, sino sincera. Conmigo, claro.
Me digo: y entonces?, boluda!, para qué lo seguís viendo?, para qué lo seguís esperando hecha una femme fatal?(bueno, algo así.).
No sé, todavía no lo sé. Pero ya se me va a pasar esta obsesión extraña por querer pasar el tiempo con pelotudos.
(no estoy siendo cruel, repito. Y tal vez la más pelotuda soy yo.)
En finnnnnnnn.